Productividad personal para emprendedores
La productividad personal se ha convertido en un elemento imprescindible para cualquier trabajo. Si queremos alcanzar todos nuestros objetivos y cumplir todas las actividades marcadas, es necesaria una buena planificación y saber optimizar nuestro tiempo. Esta necesidad se acentúa en el caso de los emprendedores porque, además de todas las exigencias propias del trabajo, hay una serie de condiciones que afectan a nuestra productividad. En este post te cuento cuáles son estos factores y cómo puedes lidiar con ellos.
Con entornos laborales cada vez más demandantes, es necesario que los trabajadores sean capaces de optimizar el tiempo, mejorar sus resultados y organizarse de manera eficaz. También fuera del trabajo, muchas personas quieren mejorar su productividad para tener más tiempo libre o poder hacer otras actividades. El día a día se ha vuelto mucho más complejo y, para llegar a todo, conviene invertir tiempo en mejorar la productividad personal.
El emprendimiento añade dificultad a este juego de malabares. El trabajo por cuenta propia tiene ciertas características que pueden afectar a nuestra capacidad para obtener los mejores resultados.
La productividad de los emprendedores
El cambio de trabajar para una empresa a emprender un proyecto propio tiene un gran impacto en la productividad personal. Aunque en la mayoría de los casos este cambio es algo deseado, a la hora de tomar la decisión no solemos ser conscientes de todo lo que implica. Lo normal es centrarse en los aspectos más positivos del cambio: ser tu propio jefe, tomar las decisiones, elegir las tareas y la forma de trabajar.
Pero lo cierto es que no siempre es un cambio fácil de llevar. Por ejemplo, pasar a ser tu propio jefe puede ser un problema si no estás acostumbrado a tomar decisiones, valorar y asumir riesgos, establecer prioridades o marcar objetivos.
Para evitar que este cambio se convierta en un problema para tu productividad, lo mejor es que empieces a observar si tienes dificultad con alguno de estos puntos. Si sientes que la incertidumbre te genera demasiada ansiedad o que tiendes a demorar decisiones importantes por temor a equivocarte, es el momento de empezar a poner remedio. Entrenar tus habilidades de autoliderazgo y autogestión tendrá un impacto muy positivo en tu proyecto.
La productividad y los horarios flexibles
La libertad para organizar tu propio tiempo es uno de los factores más atractivos del emprendimiento. Tener la posibilidad de organizar tu jornada en función de tus preferencias o tus necesidades personales y familiares, en principio, parece muy positivo. Piensas que podrás conciliar mejor tu vida personal y profesional o que podrás dedicar tiempo a actividades a las que no podrías acceder siendo trabajador por cuenta ajena.
Pero la realidad es que esta flexibilidad puede ser un freno para tu productividad si no la gestionas adecuadamente. Por ejemplo, el entusiasmo que sientes por tu proyecto puede llevarte a hacer jornadas interminables. Aunque en momentos puntuales vas a tener que dedicar horas extra a tu trabajo, en ningún caso puede ser la norma. Los emprendedores 24/7 no son productivos, se queman rápido y corren el riesgo de abandonar su proyecto o comprometer su salud.
Ese estilo de trabajo no es sostenible y debes evitarlo. Lo mejor es establecer un horario de trabajo. Esto es especialmente importante si trabajas desde casa, porque entonces las fronteras entre la vida personal y profesional se difuminan hasta casi desaparecer. Si prefieres mantener un horario flexible, puedes optar por establecer un máximo de horas semanales o diarias. Así podrás repartir tu trabajo según tus necesidades, asegurándote de no sobrepasar ese límite.
También es importante que establezcas y respetes tus momentos de descanso diarios semanales y anuales. Los emprendedores, como cualquier otro trabajador, necesitamos dormir, tener momentos de ocio, disfrutar nuestros fines de semana y tener vacaciones.
Polivalencia y productividad
Cuando empiezas a trabajar por cuenta propia te conviertes en una persona-orquesta. De un día para otro te has convertido en todos los departamentos de una empresa: administración, marketing, comunicación, soporte informático, departamento de compras, gestión de clientes y recursos humanos.
Esta polivalencia asociada al emprendimiento puede ser muy atractiva porque te da una visión más amplia de tu proyecto, te aporta mayor control y te permite aprender nuevas habilidades y competencias. Pero también puede desbordar tu capacidad y convertirse en una carga demasiado pesada.
Si hay alguna tarea en la que no te sientas competente, lo mejor es delegarla; te ahorrarás mucho tiempo y bastantes dolores de cabeza. Si no puedes delegar, conviene que te asesores con expertos para que te ayuden a gestionar mejor las áreas que son nuevas para ti. También puedes invertir en formación, para ahorrar tiempo y aprender cómo hacer esas actividades de la manera más eficaz.
La mente de los emprendedores productivos
Ser emprendedor requiere bastante inteligencia emocional. Además de controlar todos los aspectos de tu negocio, debes estar atento a lo que pasa dentro de tu cabeza. Muchos emprendimientos fracasan por no haber sabido trabajar la mentalidad.
Los emprendedores pueden vivir en una montaña rusa emocional que hay que saber navegar. Habrá días en los que te sientas capaz de todo y que preveas un gran futuro para tu proyecto. Otros días, sentirás ganas de tirar la toalla porque tu negocio no avanza a la velocidad que esperabas. Esto puede llevarte a tomar decisiones precipitadas o a rechazar oportunidades por miedo. También puede generar malestar y sufrimiento innecesarios.
Debes saber que la ansiedad, la frustración, la inseguridad y el miedo van a formar parte de tu día a día como emprendedor. La inteligencia emocional te ayuda a ver esas emociones como valiosas señales que pueden ayudarte. La ansiedad señala que eso que estás haciendo es importante y te ayudará a valorar la situación con detenimiento. La frustración señala que lo que ha sucedido no es algo que deseas en tu negocio y te ayudará a tomar medidas para evitarlo en el futuro.
Tu propia productividad
Estos son algunos de los factores que pueden afectar a tu productividad y con los que debes tener cuidado si quieres entrar en el club de los emprendedores de éxito. Ahora es momento de que evalúes tu propia situación y veas si estos u otros factores pueden estar frenando tus resultados. Si es así, trata de poner solución con tus propios medios o buscando ayuda.
El cambio que buscas
Permite que te acompañe en el viaje hacia la armonía y el bienestar que buscas.

Lorena de Diego | Psicóloga
Especializada en problemas emocionales, estrés, ansiedad, falta de autoestima y depresión.
Terapia Online y Presencial (Ciempozuelos y Madrid).